Llegan estos momentos y no importa nada mas, se quiere ganar como sea. Un clasico no se puede perder, pero si pasa eso hay que quedarse con la tranquilidad de haber estado a la altura de las circunstancias.
Pero el tema es ganar, con goleada, con baile o con un gol con la mano....
Como pasó en el clasico del verano del '93. Mas precisamente el 27 de enero en Mar del Plata. Boca le ganó 1 a 0 a riBer con gol del Beto Acosta a los 63 minutos de juego.
La particularidad: ¿Los pantalones rojos de riBer? No. que el gol del Beto fue con la mano a instancias de Juan Carlos Crespi (el arbitro orejón, que bien pudo haber sido el dirigente, al hacer la vista gorda ante el puñetazo del 9 xeneize).
Después de esto quedaron varias cosas claras; Que Boca mantenía la paternidad desde 1991, Que riBer por mas que cambiaba el pantalón obtenía el mismo resultado y que pueblo de Boca festejó sin parar el triunfo, sin importar que el gol fue con la mano.
Pero el tema es ganar, con goleada, con baile o con un gol con la mano....
Como pasó en el clasico del verano del '93. Mas precisamente el 27 de enero en Mar del Plata. Boca le ganó 1 a 0 a riBer con gol del Beto Acosta a los 63 minutos de juego.
La particularidad: ¿Los pantalones rojos de riBer? No. que el gol del Beto fue con la mano a instancias de Juan Carlos Crespi (el arbitro orejón, que bien pudo haber sido el dirigente, al hacer la vista gorda ante el puñetazo del 9 xeneize).
Después de esto quedaron varias cosas claras; Que Boca mantenía la paternidad desde 1991, Que riBer por mas que cambiaba el pantalón obtenía el mismo resultado y que pueblo de Boca festejó sin parar el triunfo, sin importar que el gol fue con la mano.
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