Por su ritmo y su apegue, la música tropical es ideal para
que las hinchadas adapten canciones de este genero a la hora de cantarle a su
equipo.
Un ejemplo claro ocurrió hace 30 años cuando el cantante
tropical Alcides hacía conocido su tema “Negrita mía” que no tardó en pegar en los oídos de aquellos
que utilizando ese ritmo, cambiaban la letra y la hacían propia del equipo en cuestión.
El cantante que se identifica directamente con “Violeta”,
grababa un videoclip de este tema que sonaba así:
Con letra fácil y tranquilamente cambiable el equipo
destinatario al cantito, todas las hinchadas se hicieron eco de un nuevo hit
que sonaba en las canchas del fútbol argentino a fines de los ’80 teniendo a la
gloriosa N° 12 como referente a la hora de convocar a miles de gargantas para
que cantasen el histórico y todavía hoy perdurable “Boca de mi vida”.
Empezó a escucharse en épocas de vacas muy flacas donde lo único
que perseveraba era el sentimiento del hincha que se rompía las cuerdas vocales
con canciones como esta. Pasaron los años, las campañas buenas y malas, pero
siempre sonó está canción que se suele utilizar a menudo minutos antes de terminar
los partidos a modo de reafirmar el amor por los colores independientemente del
resultado del partido. Eso es el hincha de Boca.
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