Otro 26 de junio para recordar como se debe, con memoria. Porque
las cosas pasan por algo y todo se paga en vida.
A la falta de coraje para bancar las paradas difíciles, al
miedo y la envidia eterna hacia el clásico rival, a la espalda que da el hincha
en los momentos cruciales.
Todo eso y mucho más que se sintetiza en un descenso. En la pérdida
de la categoría. De local y con la propia gente quemando la cancha (estadio subsidiado
por el gobierno genocida que más mal le hizo a la historia de este país).
Somos muy grandes y siempre miramos para nuestro lado, pero
con esto no podemos. Hacemos una excepción y nos detenemos a sacar las más
bajas miserias de "los de enfrente".
Porque a partir de ese 26-6-2011 quedó demostrado para todos
(los propios ya lo sabíamos, los extraños se enteraron ahí) quien es el único grande
de la Argentina.
El que jugó todos los años del profesionalismo y todos los
campeonatos. El que nunca perdió la categoría (y eso que tuvimos la soga en el
cuello en lo deportivo y en lo institucional) y el que no conoce esa humillación
llamada "irse a la B".
¡Por todo eso y porque hace 4 años que se cayeron las caretas , ¡Feliz nuevo aniversario riBer!
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