A partir de ahora y durante un lustro (periodo de 5 años)
los años futbolísticos de Boca se dividirían en temporadas paralelas a los
campeonatos europeos, es decir de julio a junio, en una nueva reestructuración del fútbol argentino de equipararse con el viejo continente, pero solamente con el
calendario.
La primera temporada de torneos largos fue la 1985/86 donde salía
campeón aquel que sumaba más puntos a lo largo de 38 fechas (2 ruedas de 20
equipos) y ese campeón clasificaba para la copa Libertadores (que hasta 1988 se
jugaría en el 2do semestre del año y era mucho más corta que la actual) junto
con el ganador de la liguilla, que era un mini torneo con los escoltas del campeón se eliminaban entre sí hasta que haya un ganador que acompañe al campeón a
representar al fútbol argentino en este continente.
Hay que resaltar que la liguilla era un mini torneo de suma
importancia porque: había un solo torneo local, había solo 2 plazas la para la
Libertadores, no existían torneos continentales paralelos como la Superccopa o
la Sudamericana y no había copa Argentina u otras competiciones, dándole a la
liguilla ese prestigio que lo sostuvo hasta 1991.
Hablando de Boca, para esa temporada arrancó dirigiendo
Alfredo D’istefano la primera mitad y al comienzo del ’86 se hizo cargo del
equipo Mario Zanabria (que era ayudante del ex DT).
Acomodándose post crisis, se armó un equipo competitivo con
jugadores que serían iconos Xeneizes de los ’80. Claudio Zacarías, Milton
Melgar, la chancha Rinaldi, el Pipa Higuaín (padre), Claudio Scalise, Ángel
Hoyos o Juan Amador Sánchez.
El equipo terminó 5to (para ese momento del club fue buena
campaña) con 14 partidos ganados, 13 empatados y 9 perdidos. Marcó 57 goles y
le marcaron 47.
Ese 5to puesto le valió para clasificar a la liguilla donde también
intervinieron equipos del interior país con chances de clasificar a la copa.
Boca eliminó en 8vos a Alianza de Cutral có con sendos
triunfos 2 a 1. En 4tos se cruzó con Olimpo y pese a empatar 1 a 1 en la
Bombonera, venció 3 a 2 en Bahía Blanca para acceder a semifinales donde se
midió con San Lorenzo. La victoria 2 a 1 de ida en el gallinero fue la clave de
esa serie porque la revancha fue empate sin goles y a jugar la final contra
Newell's.
En la Boca perdimos 2 a 0 y fuimos preocupados a Rosario. La
cosa se agravó cuando arrancamos perdiendo 1 a 0 y estábamos 3 a goles abajo,
pero la remontada fue épica e histórica consiguiendo 4 goles en los últimos minutos
y ganar aquella liguilla que era como salir campeón del mundo. Empatados 1 a 1, a falta de 20 minutos
Graciani de tiro libre puso arriba a Boca, faltando 10’ el tuta Torres marcó el
3 a 1 parcial y estábamos a 1 solo gol de la hazaña, cosa que llegó justo en el
minuto 90 con otro gol del tuta. Ganábamos la liguilla con vuelta olímpica en
el parque Independencia y era el principio de la resurrección.
Algunas imágenes de "El Gráfico" de la hazaña de Boca en Rosario con vuelta olímpica y todo. En los festejos aparece Claudio Scalice, jugador por ese entonces y confeso hincha de Central que jugó con la camiseta canalla abajo de la de Boca. Al momento de los festejos mostró la camiseta a bastones provocando algunos incidentes por parte del público local
Clasificado a la copa Libertadores, nos tocó compartir grupo
con las gallinas (que fue una de las pocas veces que ganaron algo sin cosas turbias)
y los uruguayos Peñarol y Wanderes.
Campaña mediocre con 2 victorias, 2 empates y 2 derrotas, 7
goles a favor y 8 en contra. Esos números no alcanzaron para seguir avanzando
en la copa pero quedó la tranquilidad de haber vuelto a los grandes momentos
deportivos, después de haber hecho la gran campaña de la liguilla y con un equipo
que se iba amoldando al perfil competitivo histórico del club.
El equipo del clásico de la patada de Passucci a Ruggeri. Arriba: el loco Gatti, Bordet, Roberto Passucci, Olarticoechea y el tata Brown.
Abajo: Graciani, el chino Tapia, Stafuzza, el tuta Torres, La Fata y Fornes
Volviendo al tema de la liguilla y los festejos, compartimos el video de la vuelta olímpica en cancha de Newell´s, la perlita de Scalise y el testimonio del propio jugador en un programa de televisión de aquel lejano '86 cuando el plantel volvió a Buenos Aires (entre ellos Raul "Lalo" Maradona que asomaba como promesa de las divisiones inferiores).
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