Nosotros, los
hinchas de Boca, siempre tuvimos nuestros propios motivos para festejar y no
nos caracterizamos nunca por festejar derrotas ajenas. Pero ahora hacemos una
excepción que la fundamentamos:
Hace exactamente
3 años, la fría tarde del 26 de junio de 2011 River Plate perdía la categoría y
descendía al 2do torneo del fútbol argentino, pasando de ahí en adelante a ser
riBer, con B de “B nacional”.
Este hecho marcó
un antes y un después en el folklore del fútbol como también en la historia de
este deporte en nuestro país.
Porque uno puede
tener malas campañas, pasar varios años sin salir campeón o perder terreno en
el plano internacional, pero lo peor que le puede pasar a una institución y a
sus hinchas es la perdida de la categoría, también conocida como “irse al
descenso”.
La 2da peor cosa
que existe en el fútbol es perder una final mano a mano con tu clásico rival y
eso les pasó a ellos en el ’76 cuando les ganamos la final del torneo nacional. Y la peor de
las pesadillas que supera lo anterior es un descenso y eso les pasó el
histórico 26-06-2011.
Para irse a la B
hay que hacer méritos y ellos comenzaron en el 2008 obteniendo el ultimo puesto
en el Apertura (que dicho sea de paso, salió campeón BOCA con el recordado
triunfo en el monumental 1 a 0 incluido).
Ahí se llegó a la
conclusión que el torneo Clausura de ese 2008(el primer torneo del año) ganado
por los primos había sido una mentira.
En un mismo año,
después de salir campeones, pasaban a quedar en el último puesto del campeonato
siguiente.
Si no confirmas tú
condición de campeón o no estas a la altura de defenderlo, ese logro pasa
devaluarse bastante y si a todo eso se le agrega la última ubicación (culo de
perro) tus méritos anteriores pasan a ser una mentira.
Las cosas mejoraron
o empeoraron según como se lo mire. Mejoró al no repetir ese ULTIMO PUESTO y
empeoró porque las campañas seguían siendo pobres y aparte de perder
protagonismo en la luchas por los torneos locales, la institución millonaria (?)
bajaba de manera notable en la tabla de los promedios.
Para que un
equipo se vaya a la B, necesita 3 años (los que se promedian en la tabla del
descenso) que son 6 campeonatos cortos. Y el proceso “Debacle” comenzó en la
temporada 208/9 con el famoso y ya varias veces mencionado 20º puesto y la 8va
ubicación del Clausura 2009.
La crisis se fue
agravando y para el Clausura 2011 la soga ya estaba en el cuello, la promoción
era casi un hecho y encima Palermo se despedía de los superclásicos marcando su
gol que era el camino a la condena.
Para llegar a
tocar fondo, hay que mencionar que solo recolectaron 43 puntos en la temporada
2009/10 y 57 de la siguiente que fue la 2010/11.
Los tristes números finales de la tabla de los promedios sintetizaban un montón de falencias donde resaltaban aparte de la crisis futbolística, otra institucional con dirigentes que parecía que hacían las cosas mal a propósito y una economía con los números en rojo (igual que los de la tabla de los “promiedos”).
Hasta que llegó
la última fecha de ese clausura 2011 donde los “primos” se jugaban una de las últimas cartas para
evitar la promoción y debían ganarle a Lanús de LOCAL. Fiel a su historia, fue
derrota 2 a 1 y se auto condenaban a jugar la promoción frente al 4to equipo de
la tabla de posiciones de la B nacional de esa temporada. El rival era Belgrano
de Córdoba.
Definiendo
nuevamente de local y con ventaja deportiva (en caso de un empate global en
ambos partidos el equipo de la 1era mantenía su lugar en esa categoría) la
tenían servida para zafar y salir lo mas airosos posible del mal trago que
podía ser jugar esa promoción.
En esta instancia
tan definitoria y trascendental en un club que nunca estuvo en esa situación es
cuando mas juega la hinchada. Que es la que apoya, la que alienta, la que
respalda a sus jugadores, la que tiene que ser incondicional y meter le mas
presión que nunca al rival, negándole la posibilidad que les quiten la
categoría y demostrando cuan grande de verdad sos.
Ahí es cuando
debería actuar de verdad y salir victoriosa una verdadera hinchada, pero
estamos hablando de “la -1”. La que tira maíz, la que silbó a todos los ídolos,
las de las banderas agresivas contra sus jugadores, la del “silencio
atroz”, la que en las malas nunca
acompaña, etc, etc, etc.
Con ese clima
tanto en lo deportivo, en lo institucional y en la tribuna, el equipo de J.J.
López viajó a Córdoba a jugar el primer chico con la intención de seguir en la
1era división, pero ya con el lunar (que era mancha) de jugar por primera vez
una promoción, cayendo muy bajo y siendo protagonista directo del peor equipo
de la historia.
J.J. Lopez en una de sus mejores decisiones en el fútbol.
Todo muy parejo
hasta que el paraguayo Adalberto Román bajó una pelota en el área con su mano
al mejor estilo Kobe Bryant y le dio un penal grande como una casa al “Pirata”
que lo cambiaron por gol y ahora no quedaba otra que ganar o ganar.
Lo mejor estaba
por venir cuando un grupo de hinchas de riBer ingresó a la cancha y con las
caras tapadas, encararon a los jugadores pidiendo más “actitud”. El apuntado
por estos justicieros (?) fue el paraguayo Román que se llevó unos empujones y
algún “correctivo” por la jugada que lo terminaría haciendo famoso.
En medio del caos
generalizado y el desconcierto de jugadores e hinchas riverplatenses hubo un
2do gol de Belgrano en el complemento (con festejo de cangurito) para agudizar
mas la crisis que ya pasaba a ser catástrofe.
Derrota 2 a 0 en
la ida, pero en la vuelta solo debían ganar por idéntico resultado para
conseguir el objetivo.
Si tenemos en
cuenta que es “¡un club tan grande, que lo avala la historia, que sabe de
remontar resultados adversos, que los partidos los gana su hinchada y demás!”
no habría inconvenientes en dar vuelta el resultado, ganar y que todo eso sea
solo un susto.
Pero seguimos
hablando de riBer y su gente y el resultado era por demás predecible.
Después de
terminar el 1er tiempo ganando 1 a 0, tenían en 45 minutos que marcar solamente
un gol. De rebote, de penal, de atropellada, con la mano, como sea. Era un solo
gol, pero NO.
En el descanso
hubo corridas en los anillos internos del estadio e intento de apretada hacia
el árbitro (0 fair play) y el complemento (que serían en definitiva los últimos
45 minutos de riBer en primera) fue a pedir de Boca, valga la redundancia.
Hubo gol de
Belgrano, Farré dejaba aun mas en silencio al gallinero provocando un nuevo
silencio atroz (ya iban por la parte III, después de la semifinal de la
Libertadores de 2004 y el día de la frase de Ahumada contra el ciclón de un
Ramón que gritaba los goles, y continuaría
después con mas capítulos en el retorno).
Ahora el desafío
eran 2 goles cuando el tiempo corría mas que los borrachos en Mar del Plata a
pasos agigantados.
A pocos minutos
del final, hay penal para riBer. Ahí si revivieron las esperanzas.” Lo hace
pavone, están nuevamente a 1 gol de la hazaña que llega en tiempo de descuento
para hacer mas heroica la jornada”. Pero no. Olave (más famoso por ser el primo
del cuartetero Rodrigo que por sus atajadas) se arroja a su derecha y ataja el
penal sin dar rebote.
La suerte estaba
echada y en el fútbol argentino se hacía la más grande de las justicias: el
Club Atlético River Plate se iba a la B por puto y cagón perdía la categoría y
descendía a la B nacional.
La despedida no
pudo ser mejor. Fiel a la historia y al (RE) sentimiento millonario, su gente
quemó el monumental. Hubo quema de papeles y demás objetos da fácil combustión que
provocaban llamaradas por los diferentes sectores de las tribunas.
Los jugadores y
el cuerpo técnico se retiraron a las corridas debido a las miles de cosas que
les arrojaban en repudio al resultado adverso y acompañado por una silbatina que
pasaban a ser puteadas de todos los colores y en todos los idiomas.
A la salida hubo
corridas, fuego, repudio de la policía, gases lacrimógenos, mas fuego, en fin,
lo más parecido a las imágenes que llegan desde medio oriente reflejando una
guerra civil.
Eso pasaba la
fría tarde del 26 de junio de 2011, que terminó siendo NO tan fría debido al
fuego de sus tribunas provocado por su propia gente.
Volviendo al
primer párrafo de está crónica, ese día fue festejo para los hinchas de Boca.
Mas allá de ver sufrir en carne propia al rival de toda la vida, desangrándose
en el más profundo dolor, en ese momento el mundo entero (que se informaba por
internet del caos social por la que estaba pasando esa gente) sabia que en
Argentina el único grande era (y es) BOCA JUNIORS.
Porque
importantes hay varios y rachas buenas tuvieron casi todos, pero quien perdura
con grandeza en el tiempo y no conoce otra categoría que la máxima del fútbol
argentino somos nosotros.
Si sos grande no
te vas a la B. Podes venir de ahí, pero nunca mas volvés. Sino no sos grande,
sos una mentira disfraza por rachas buenas en los torneos de cabotaje.
Si sos grande te
conocen en América, en Europa y en Japón,
y ojo que riBer viajó a Oriente. Fue un testigo principal y actor de
reparto de la Juventus campeón del mundo en 1996.
Si no sabes lo
que la paternidad sobre tu clásico rival, si no sabes lo lindo que es salir
campeón en Brasil de la copa Libertadores, si no dejaste de rodillas a grosos
de verdad como el Real Madrid o el Milán y encima te vas a la B, creo que esta
todo dicho. Dijiste todo en ese 2011 y lo resumiste con tu comportamiento violento
y piromaníaco.
Por si le faltaba
la frutilla al postre, en la B, perdiste con BOCA. Es de Corrientes, tiene camiseta amarilla y
roja, es de apellido UNIDOS, pero no deja de ser Boca…y vos no dejaras nunca de
ser riBer. (Encima perdiste en la B un día antes que BOCA JRS salga campeón del
torneo e 1era división del fútbol argentino).
¡Otra de las
manchas que no se borran nunca más!
Ya pasaron 3
años, pero algo todavía no me dijiste…..¿que se siente?
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