Aprovechando que no hay fútbol oficial, nos pusimos a leer y
encontramos lectura bostera.
Buscando el librerías descubrimos el libro del periodista
Diego Estevez “La Final” que trata justamente de la única final entre Boca y
riBer de la historia, la del Nacional de 1976.
Conociendo de antemano el final, no se dudó y lo compramos
para seguir engordando los anaqueles con reliquias xeneizes.
El libro en sí habla de cómo llegaron los equipos a aquella
final jugada en cancha de Racing. Las gallinas venían de cortar los 18 años sin
ganar un título con los 2 de 1975 (sí, 18 años sin salir campeones, jajaja).
Boca en la primera mitad de la década del ’70 no consiguió campeonatos
(salvo el Nacional de 1970) pero ganó el primer torneo del ’76 que fue el Metropolitano.
Con ese panorama, en medio de un gobierno militar que
terminó siendo el más genocida de nuestra historia y en una cancha neutral, se
disputaba la primera y única final entre los 2 eternos clásicos rivales del fútbol
argentino.
Ahora bien, a lo que apuntamos es a algunas perlitas que encontramos
en el contenido y que el autor se encargó de investigar como corresponde. A saber:
Por el Metro de ese ’76 y en la rueda final por el título se
jugó un nuevo superclásico. El resultado en la cancha fue 0 a 0. En las
tribunas lo explica Estevez.
Por ese mismo torneo, y como esa rueda final se jugaba en
cancha neutral, Boca en la anteúltima fecha podía salir campeón si le ganaba a Unión
de Santa Fe y encima el partido se jugaba en el Monumental. El jugador -1 como
lo catalogó “La Passucci” hizo de las suyas para evitar que Boca no diera la
vuelta en el gallinero.
¿Qué pasó luego que se quitaran los arcos y los tiraran al
foso? Se jugó el partido, Boca salió campeón y dio la vuelta en la cancha de su
eterno rival.
Antes de ese partido se había pactado que si Boca salía campeón
no diese la vuelta para evitar susceptibilidades por parte de la gente
millonaria. Hasta ahí todo bien, pero con la fiesta por el título era imposible
que la gente no fuera testigo de semejante hecho histórico en casa del enemigo
de siempre y pasó esto:
Esta imagen es hermosa. No es tan nítida y es sacada del
libro, pero si es una vuelta en el gallinero no tiene precio.
El pie de la foto dice: Vuelta olímpica de Boca en el
Monumental. En andas, de blanco, el lesionado Darío Felman que recibió una ovación.
La página siguiente termina de contar lo que fue el festejo
post triunfo 2 a 0 contra el equipo Tatengue.
Acá es donde habla de la escena de la foto y el
reconocimiento de la gente para el mendocino Darío Felman, primero cuestionado
y en base a buenas actuaciones vino el reconocimiento lógico y merecido.
Ya metiéndonos en el partido final de 1976 y antes que empiece el superclásico, la cancha desbordaba de gente y nunca antes se había visto a tanta gente reunida por un partido de fútbol.
Esta crónica de 2 hojas comenta algo de lo que pasó en la
tribuna de Boca y de lo que genera la pasión en un partido de estas características.
Por último esta. Es muy buena, tiene humor, habla de cómo
reaccionan los primos en las derrotas (algo que ya conocemos bastante) y de las
tradiciones inmodificables del hincha de Boca, como festejar un título cantando
el vals “Desde el alma”.
Realmente recomendable e imperdible el libro “La final”, es
de la editorial Aguilar y se puede conseguir en cualquier librería (que no sea
gallina).
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