Juan José López

Lo que no nos pudo dar como jugador, nos lo terminó dando como técnico…(de las gallinas en aquél histórico 26 de junio de 2011 cuando una mancha eterna caía sobre las llamas de un Monumental ardiendo por la impotencia de su gente).

Porque efectivamente J.J. López jugó en Boca en al año 1983. Año de transición post revolución de Maradona ’81 y una economía institucional que estaba con los números en rojo.

Para los que no saben o no lo vieron jugar, el “negro Juan José” fue un excelente volante por derecha de la década del ’70 y uno de los mejores en su puesto junto con Miguelito Brindisi y Osvaldo Ardiles.

En riBer ganó varios títulos locales después de los nefastos 18 años y fue muy querido (y para varios idolatrado) por el hincha riBerplatense. Todo esto hasta fines de 1982, porque en el verano de 1983 una bomba explotaba en el ambiente del fútbol local. “J.J. López era jugador de Boca”.

Si señores, un histórico de las gallinas se ponía la camiseta de Boca (como lo recordaría casi 30 años después el “Tano” Pasman en medio de una seguidilla de puetadas ante un descenso consumado).

Con la excusa de que “el fútbol es un trabajo y uno es un profesional”. El volante por derecha se cagaba en lo que había construido para la institución de Nuñez y traicionaba a aquellos que le habían dado su cariño y les pagaba con la más dolora de las traiciones: cruzar de vereda cuando uno es ídolo y está identificado con una camiseta.

Lo cierto es que desde el 13 de marzo de aquel ’83 hasta el 11 de diciembre, J.J. jugó 38 partidos oficiales con la camiseta de Boca entre el torneo Nacional y el Metropolitano y dejando 6 goles para la estadística.

Las campañas no fueron buenas y su rendimiento tampoco. Era algo lógico cuando las cosas no salen bien y vienen torcidas por un presente bastante complicado.  Pero más allá del rendimiento, las fotos como testimonio dejan a las claras su excursión por lo que terminaría siendo el único club en nunca descender. Todo obra y gracia por el propio J.J. que aunque lo recordemos con bufanda, cara de culo, al lado de un J.P. Carrizo llorando desconsoladamente y rodeado de seguridad privada con pecheras verde fluo, el "Negro López" ya era parte de la historia azul y oro.

Pensar que J.J. López jugó en Boca!!!