Jugar para un equipo, cruzarse de vereda y ponerse la
camiseta del eterno rival es como un subibaja donde se pasa del amor al odio dependiendo
de qué lado de vereda se encuentre. Eso genera un plus especial para el hincha
que lo recibe “al ex” y si se tienen buenos rendimientos y se integran equipos
que logran ganar títulos marcan un perfil determinado para bien o para mal.
Eso es lo que le pasa al hincha de Boca con Sergio “Bruja”
Berti. Un pibe que debutó en Boca y con poca o casi nada de continuidad decidió
ponerse la camiseta de las gallinas.
Eso es pecado mortal para el hincha de Boca que lo toma como
una total falta de respeto e ingratitud sin importar que sea la profesión del
jugador, que el tipo es profesional, que se debe al club que le paga el sueldo
y bla bla bla. En Boca eso no se hace. Se lo hace saber cuando se llega al club
y si el jugador peca queda marcado de por vida.
Encima a principios de los ’90 a las gallinas les salía todo
bien (salvo en los clásicos) y de este lado de la vereda del Riachuelo las épocas
eran de vacas muy flacas.
Resumiendo, por aquellos años de principios de la década del
’90, la “bruja” Berti era apuntado por el hincha de Boca en los clásicos que
eran batallas (y que afortunadamente tenía a Boca victorioso) y había una
especie de odio por el desagradecimiento del jugador en cuestión.
Sergio Berti jugó solamente 9 partidos ofíciales con la
camiseta de Boca (por la temporada 1989/90, la liguilla de esa edición y la Supercopa
que se ganó con el “Cai” Aimar como DT). Ojo que 2 de esos 9 partidos fueron
las 2 finales contra el rojo y tranquilamente de seguir pateando penales la histórica
noche de Avellaneda, Berti pudo haber decidido la suerte de Boca en un título
que fue por demás festejado. (Reemplazó a Perazzo a 15 minutos del final).
El primer semestre de 1990 Aimar lo borró y el tipo a
mediados de ese año no tuvo mejor idea que mudarse a Núñez dejando en La Boca
casi una decena de partidos y un solo gol (a Gimnasia a fines del ’89 por la
temporada 1989/90 en la derrota 2 – 3 de local) Claro que no era muy reconocido
por el hincha, pero a partir de ahí se lo apuntó directamente junto con otros personajes
nefastos de la Banda. (Ramón y Hernán Díaz, Astrada o el “Pipa” Higuaín padre
que ya había hecho lo mismo que Berti).
Pero como existe una justicia divina, el destino quiso que
una tarde primaveral de 1994, los 4tos de final de aquella edición de la
Supercopa lo definieran Boca y riBer. La ida en el gallinero fue 0 a 0. En La
Boca empate 1 a 1 con gol de “Trapito”Carranza y a definir por penales.
Convertían todos y en el 4to penal de las gallinas va nuestro homenajeado que con tiro a media altura de zurda, cruzo el remate que adivinó
el Mono Navarro Montoya y nos pusimos match point.
Luego gamboa (ex riBer que justo había pasado a Boca)
ejecutó al Mono Burgos y Boca elimina nuevamente a riBer por culpa del penal
errado de Sergio Ángel Berti.
Evidentemente los fantasmas de "Pedrín, el fainero" rondaban
por el arco del Riachuelo y Berti tuvo que pagar la traición cometida 4 años
antes.
Para las gallinas es ídolo, para nosotros hoy es un simple
futbolista que decidió cruzarse de vereda, pero por aquellos años era un
reverendo hijo de $%#*/ y la pu#(/$ “-*.
Pensar que la Bruja Berti jugó en Boca!!!
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