Julio Daniel Morales

La derrota 1 a 0 de visitante en el parque Independencia frente a Newell’s por la 17° fecha del Apertura de 1990 hizo que el Cai Aimar renunciara a su cargo a falta de 2 fechas. Mientras Alegre y Heller salieron a buscar un nuevo DT para afrontar el año futbolístico del ’91 con copa Libertadores y campeonato local, los últimos 2 partidos del año los dirigió Osvaldo “patota” Potente, un histórico del club.

Finalmente terminó firmando Oscar Washington Tabarez, hombre que fueron a buscar a Montevideo y que tenía entre sus logros una copa Libertadores con Peñarol y un papel destacable con la selección celeste en Italia ’90.

El maestro, mientras iba diagramando la pretemporada en el verano del ’91 pidió un solo refuerzo para que lo traigan como sea. Ese era un centro delantero compatriota suyo, de cuerpo no muy grande pero efectivo, goleador y aparte con buena técnica con la pelota en los pies. Proveniente del Bella Vista uruguayo, arribó en medio de la pretemporada Hugo Daniel Morales Echeverría, alias “Palito” o “el mellizo”.

Morales llegaba para ser el 9 de área de Boca que recibiría asistencias por parte de Tapia y Latorre y tranquilamente se podía entender a la perfección con Alfredo Graciani. Junto con él, también pelearía un puesto por la 9 de Boca un tal Gabriel Omar Batistuta, que venía jugando un poco mas retrasado pero el maestro estaba convencido que podía jugar de 9.

Morales debutó en un clásico de verano con victoria Xeneize 2 a 0 y mostró media hora de buen futbol por ser que estaba empezando a agarrar ritmo con el equipo.

Su debut oficial se produjo por la primera fecha del Clausura ’91 en cancha de Vélez contra Argentinos Jrs en una tarde por demás calurosa y soleada.

Creer o reventar, Morales entró al arranque del ST reemplazando al “rata” Rodríguez y 6 minutos más tarde, en un pelota que fue a trabar con Osvaldo Coloccini (defensor de Argentinos y padre de Fabricio) se rompió los ligamentos y meniscos de la rodilla izquierda.

A la cancha Walter Pico y afuera Morales por lo que restaba de un semestre que estaba comenzando.

                                    

Demás está decir que el 9 goleador terminó siendo Batistuta en un equipo que se identificó con la gente por la buena copa Libertadores realizada llegando hasta la semifinal y el clausura ganándolo de manera invicta.

El mellizo Morales volvió a las canchas en noviembre de ese ’91 en 3 partidos por el Apertura. Media hora en el empate 1 a 1 contra Central en la Bombonera, 5 minutos en Rosario contra Newell´s en idéntico resultado, y casi 25’ en  otro empate, esta vez 0 a 0 contra Racing de local. Con bastante falta de fútbol, sin ritmo de competencia y con cierto temor luego de la gravísima lesión por la que pasara, Morales fue una sombra que llevaba la camiseta de Boca en esos partidos.

                               

Para el Clausura '92 compartió figurita con Hugo Musladini, otro que tampoco jugaba

Su despedida se produjo en enero del ’92, en otro clásico y también con victoria Xeneize 2 a 1 en Mar del Plata. Luego de los 2 minutos que entró para hacer tiempo y ganar el derby, Morales dejó el club que tantas ilusiones tenía en él como él de triunfar con la azul y oro. Alianza Lima de Perú fue su nuevo destino y hoy todavía seguimos reflexionando que 
el Mellizo Julio Morales jugó en Boca!!!!