Como siempre, cada vez que juega Boca estamos haciéndole el aguante, en la cancha, a la distancia o en este caso en el hotel Madero donde concentró el plantel previo al clásico.
Una nueva manifestación de pasión por los colores y apoyo incondicional al jugador que tiene el privilegio de ponerse la gloriosa camiseta de Boca.
Esta vez previo al clásico fuimos hasta el hotel y se desató el carnaval bostero con bombos, banderas, bengalas y todo el cotillón azul y amarillo para demostrar que el hincha siempre está.
Empatamos en la cancha (estando a la altura de como se juega un clásico en ese tipo de cancha, con inferioridad numérica y luchando contra las adversidades de turno) y ganamos en el folklore porque sin poder ir a la cancha alentamos, cantamos e hicimos la fiesta típica del hincha de Boca mas que los que fueron locales que recién revivieron cuando pudieron conseguir la igualdad.
En fin, esa por suerte es la gran diferencia que tenemos con los clásicos rivales. Por un lado insultos, banderas puteando ídolos, maíz, quema de estadio, invasión al campo de juego a pegarle a los jugadores, silencios atroces, etc.
Por el otro lado la ecuación es fácil: amor + pasión + apoyo incondicional + pueblo + 109 años de aliento desaforado siempre en primera división= BOCA JUNIORS.
Una nueva manifestación de pasión por los colores y apoyo incondicional al jugador que tiene el privilegio de ponerse la gloriosa camiseta de Boca.
Esta vez previo al clásico fuimos hasta el hotel y se desató el carnaval bostero con bombos, banderas, bengalas y todo el cotillón azul y amarillo para demostrar que el hincha siempre está.
Empatamos en la cancha (estando a la altura de como se juega un clásico en ese tipo de cancha, con inferioridad numérica y luchando contra las adversidades de turno) y ganamos en el folklore porque sin poder ir a la cancha alentamos, cantamos e hicimos la fiesta típica del hincha de Boca mas que los que fueron locales que recién revivieron cuando pudieron conseguir la igualdad.
En fin, esa por suerte es la gran diferencia que tenemos con los clásicos rivales. Por un lado insultos, banderas puteando ídolos, maíz, quema de estadio, invasión al campo de juego a pegarle a los jugadores, silencios atroces, etc.
Por el otro lado la ecuación es fácil: amor + pasión + apoyo incondicional + pueblo + 109 años de aliento desaforado siempre en primera división= BOCA JUNIORS.
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