Nuestro gran
archivo que nos permite compartir fotos, artículos y notas de color, hoy nos
sirve para remontarnos exactamente hace 24 años atrás (justo el 22 de mayo) y evocar un episodio negro en la historia
de Boca y de la copa Libertadores.
Después de lo
ocurrido contra riBer, apelamos al archivo para recordar lo que pasó hace casi
un cuarto de siglo y encontramos la revista El Gráfico, edición 3738 del martes 28 de mayo de 1991 que desarrolla todo lo ocurrido en ese famoso partido bajo la mirada un tanto moralista. Tampoco es avalar la violencia pero a Proietto, el sorete de Niembro y cía. se les fue la mano criticando y poniendo en tela de juicio tanto a los chilenos como a los nuestros, cuando no iniciaron nada y solo trataban de defenderse.
La copa
Libertadores fue históricamente durísima con batallas tan ásperas como
recordadas.
En la edición de
1991 a Boca le tocó jugar en semifinales contra el Colo Colo chileno.
En la ida en la
Bombonera había ganado Boca 1 a 0 con gol de Batistuta de penal y en la
revancha hubo una hecatombe de las más recordadas de esta competencia.
En un clima por demás
hostil y con todos los recursos habidos y por haber de parte de los chilenos,
quisieron ganar a toda forma sin importar cómo.
Recién a los 19’
del segundo tiempo Colo Colo pudo abrir el marcador y 2 minutos después consiguió
el segundo gol tranquilizador que lo clasificaba a la final.
La cosa se les complicó cuando a los 29’ Latorre descontó para Boca y con ese 2-1 a favor de
los locales se tenía que definir por penales el pase a la final.
A falta de 6
minutos para terminar, Colo Colo hace el 3er gol con polémica por presunto
offside en esa jugada.
Ahí se desata la
locura. Apud va corriendo a buscar la pelota para mover del medio y es empujado
a la fosa detrás del arco por el preparador físico del equipo chileno.
Los reporteros gráficos se metieron a la cancha con la excusa de sacr fotos y le gritaban el
gol en la cara a los jugadores de Boca.
Uno de ellos lo
hizo con el Mono Navarro Montoya, quien le pegó una patada al fotógrafo y este
le pegó con la cámara.
Otros tantos
particulares entraron a cargar y ante la reacción de Guinta, Hrabina y cía.,
terminaron a las piñas con los fotógrafos que revoleaban las cámaras como si fueran
boleadoras.
A Tabarez le
pegaron en la cara y le abrieron el pómulo que chorreaba sangre.
La policía también hizo lo suyo y repartió de lo lindo. (No a los particulares que entraron sin tener que hacerlo; a los jugadores de Boca).
La policía también hizo lo suyo y repartió de lo lindo. (No a los particulares que entraron sin tener que hacerlo; a los jugadores de Boca).
De hecho uno de
ellos le soltó un perro al Mono que le mordió el culo la cola.
Piñas, empujones,
golpes, sangre, tumulto, policía, particulares y demás factores que generaron
un clima imposible para jugar.
Cuando todo volvió
a la normalidad, se reanudaron esos 6 minutos, más el tiempo adicional y el resultado no se modificó.
Después del partido,
los jugadores de Boca quedaron demorados en una comisaria chilena y tuvo que
intervenir el consulado para que los dejen en libertad 24 horas después y vuelvan a Argentina.
Mas allá de todo
lo que pasó, el partido se jugó y se terminó. Boca siguió jugando a pesar de
todo y Colo Colo ganó en la cancha y pasó a la final que también ganaría.
Si bien no hubo
gas pimienta, los partidos se ganan o se pierden en la cancha. Boca podría haber
no jugado y se retiraba el equipo de la cancha o el protocolo típico en estos
casos de falta de garantías, pero bue. Cada cuál es dueño de sus actos y
algunos prefieren clasificar en un escritorio de la Conmebol antes que jugar y
ganar en la cancha el tiempo que indique el reglamento.
Abajo del título El Gráfico detalla: "Todo empezó cuando el preparador físico de Colo Colo agredió a Antonio Apud. Los jugadores de Boca salieron en su defensa. No iniciaron los incidentes pero tampoco supieron controlarse y participaron de una verdadera y repudiable batalla campal. Un espectáculo lamentable."
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