El predio de Casa Amarilla está directamente identificado
con la gestión presidencial de Mauricio Macri casi a fines de la década del ’90,
de hecho el complejo lleva el nombre de quien fuera vicepresidente cuando Macri
ganó las elecciones en 1995 y posteriormente presidente: Pedro Pompilio.
Pero la gestación de los trámites burocráticos para que Boca
se pudiera quedarse con esas hectáreas fue obra y gestión de la presidencia de
Alegre junto con Carlos Heller.
Desde fines de los años ’80 que la comisión directiva venía
peleando por aquellos terrenos que eran propiedad del por entonces municipio de
Buenos Aires (hoy Jefatura de cuidad) como para tener un respaldo inmobiliario
en caso que no se pudieran cancelar los millones que el club tenía de deuda.
Por suerte, el 19 de junio de 1992, el municipio de Buenos
Aires con su intendente, el menemista y acusado de robarse todo Carlos Groso le
hicieron entrega a los dirigentes del club toda la documentación de aquellos
terrenos de la calle Wenceslao Villafañe para que Boca los aproveche de la
mejor manera y así lo informaba la revista El Gráfico del 23 de junio del ’92.
Las obras empezaron pero fueron terminadas en el gobierno de
Macri donde se pudo hacer lo que hoy conocemos como el complejo Pedro Pompilio.
Boca por aquellos años y después de tener que dejar La
Candela, no tenía lugar propio de entrenamiento, por lo que se trabajaba en el
Hindú Club de Don Torcuato alquilando las instalaciones para los
entrenamientos.
En 1998 ya con Bianchi como DT, Boca vuelve al barrio y
empezó a entrenar en Casa Amarilla, lugar donde se gestó aquel equipo campeón invicto
que llegaría a los 40 partidos sin perder en 1999.
Boca empezó a volver a La Boca hace casi 24 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario